julio 20, 2009

Y ahora ¡Viene lo bueno!

Pues bien, hoy tuve una serie de sentimientos encontrados: frustación, coraje, impotencia, tristeza, miedo y a la vez, alegría, valor, y una especie de energía positiva y entusiasta.

La razón, se suponía que me titularía por estudios de maestría de la universidad... como soy pobre y la economía de mis papás me hacen totalmente incapaz de pedirles que me paguen una maestría, hace varios meses recorrí a un tío para que me ayudara a "financiarla" y a cambio yo lo ayudaría en su negocio. Él al principio se negó a que lo ayudara y me dijo que por supuesto que me ayudaría a pagar mi maestría sin necesidad de que se lo pagara así que todo estaba de maravilla. ¡Qué ilusa fui!

Nunca acostumbro a pedirle nada a nadie (tampoco he tenido la necesidad de hacerlo) pero en este caso recurrí a quien sé que tiene los recursos y la disposición (porque en muchas ocasiones anteriores había procurado ayudarme en cuanto a estudios). Error número dos.

No presioné y puse todas las cosas en orden, pero mi tío siempre ha tenido los problemas típicos que generan la envidia, la flojera y la ambición, principalmente por parte de sus hijos... así que me pidió que trabajara en conjunto con su hijo, un flojo mediocre e irresponsable a quien se suponía yo tenía que estar arreando cual chivo necio. Como no le gustó ni a él ni a su hermana ver que su papá (que por ellos ha hecho muchísimas cosas que no han sabido aprovechar) le dijeron a su papá que yo ya no quería trabajar para él y que no me interesaba su negocio... mi tío, que a pesar de conocer ya las mañas de sus hijos les creyó. Pero no me dijo nada. Me molestan sus mentiras pero se que, al final, todo cae sobre su propio peso.

Mi tío no me dijo nada y todas las veces que le llamé para hablarle sobre la maestría me decía que estaba ocupado, que llamaría después. Cuando alguien quiere ayudarte, lo hace sin necesidad de que lo presiones. Yo no lo presioné, pero mi abuelita escuchó decirle esos comentarios a mi tío y él no tuvo siquiera la delicadeza de decirme nada. Él aún tiene en pie su oferta, pero yo ya abrí los ojos: No lo necesito. No necesito ganarme pleitos ni envidias por parte de mi familia con la que tanto tiempo ha costado mantener la fiesta en paz; no necesito que me chantajeen cuando yo solita puedo costearme mis estudios y que sé no estoy sola porque el resto de mi familia está dispuesta a ayudarme. Mi tío lo que realmente hizo fue ayudarme a darme cuenta de la oportunidad que se abre ante mí para ser más independiente y crecer no solo intelectual y profesionalmente sino también en lo personal.

Sé que me enfrentó a la hora de crecer, de madurar y de que den frutos años de educación y esfuerzo de mis papás y demostrar que valió la pena porque alcanzaré mis metas...

Tengo que alcanzarlas

2 comentarios:

Voces de Tabasco dijo...

Que bueno que no me decepcionas, sabes bien que tu sola puedes (y principalmente tus padres) Esto de lo de tu tio no lo sabia, pero no necesitas de él, podras lograr tu titulo, ya has abierto los ojos, probablemente cueste pero no hay imposibles....

¡Mierda!! jaja ya vere como demonios le hare para titularme, aunque a decir verdad no me preocupa, de alguna manera se podra y de nada sirve desesperarme, aunque sea jodidamente pobre...ya conoces mi situacion pero ¡Bah! que venga lo que tenga que venir y lo que Dios quiera, eso si, sin desanimarse

Saludos

Acuarius dijo...

Sólo has de alcanzarte a ti...entonces tendrás todo.